Evolución de la Geotecnia de la Prehistoria a los Albores del Siglo XVIII - 10a Parte


Por: Santiago Osorio R.

Décima Parte

Historia de las presas – Parte I de III

La geotecnia en el periodo neolítico

La geotecnia, disciplina que estudia las propiedades y el comportamiento de los suelos y las rocas, así como su interacción y sus aplicaciones en la construcción de obras civiles, mineras y ambientales, fue, en el periodo neolítico, una actividad esencial para el desarrollo de las primeras civilizaciones humanas, que supieron aprovechar los recursos naturales y adaptarse al medio ambiente; basada en la observación empírica de los fenómenos naturales y en el ensayo-error de las técnicas constructivas.

El periodo neolítico (c. 10.000 a.C.-3000 a.C.), se caracteriza por el desarrollo de la agricultura, la ganadería y la alfarería, así como por la construcción de asentamientos permanentes y monumentos megalíticos. Los primeros pobladores neolíticos tuvieron que adaptarse a las condiciones del terreno, elegir los materiales adecuados para sus edificaciones y resolver los problemas de estabilidad, drenaje y cimentación.

Algunas aplicaciones de la geotecnia en el periodo neolítico son:

  • La selección de los lugares adecuados para cultivar, teniendo en cuenta la fertilidad, la humedad y la estabilidad del suelo.
  • La construcción de terrazas agrícolas o terraplenes, que consistían en nivelar el terreno en forma de escalones para facilitar el cultivo y el riego, acumulando tierra o rocas para crear superficies planas o elevadas sobre las que edificar o cultivar. Los terraplenes se utilizaban para nivelar el terreno, protegerse de las inundaciones o crear plataformas ceremoniales. Estas terrazas se pueden observar en lugares como Perú, China o Indonesia.
  • La excavación de canales y pozos para el riego y el abastecimiento de agua, así como la construcción de diques y terrazas (plataformas), para evitar las inundaciones y la erosión. Los canales de riego, que permitieron el cultivo de plantas en zonas áridas o con escasez de agua. Estos canales se construían excavando el suelo y revistiéndolo con piedras o arcilla para evitar la erosión y la pérdida de agua. Los pozos, son perforaciones verticales en el suelo o las rocas que permiten acceder al agua subterránea. Los pozos se realizaban con herramientas manuales o con ayuda de animales, y se revestían con piedras o madera para evitar el derrumbe o la contaminación del agua. Estos pozos y canales se encuentran en regiones como Mesopotamia, Egipto o India. A mediados del siglo III a.C., se construyó un intrincado sistema de gestión del agua dentro de Dholavira en la India actual. El sistema incluía 16 embalses, presas y varios canales para recolectar y almacenar agua.
  • La extracción de materiales pétreos para la fabricación de herramientas, armas y recipientes, así como para la edificación de estructuras.
  • La cimentación de las viviendas y los monumentos megalíticos, utilizando piedras, madera, barro o paja, según la disponibilidad y la resistencia de los materiales.
  • La estabilización de los taludes y las laderas mediante la plantación de árboles y arbustos, o mediante la colocación de muros de contención o escolleras.
  • La edificación de viviendas, templos y monumentos, que requerían de una adecuada selección y preparación del suelo, así como de técnicas de cimentación, compactación y drenaje. Estas edificaciones se pueden apreciar en sitios como Catal Hüyük, Stonehenge o las pirámides de Giza (Figura 1).
  • La construcción de muros de contención, que son estructuras que resisten la presión del suelo o las rocas y evitan su deslizamiento o colapso. Los muros de contención se empleaban para delimitar los asentamientos, reforzar los terraplenes o sostener los monumentos megalíticos.
  • La excavación de túneles, que son galerías subterráneas que comunican dos puntos separados por un obstáculo natural o artificial. Los túneles se excavaban con picos, palas o cuernos de animales, y se reforzaban con maderas o piedras para evitar el desprendimiento o el hundimiento.

Figura 1. Algunas estructuras importantes de la prehistoria: Catal Hüyük, Stonehenge y las pirámides de Giza

Estas obras requirieron de un conocimiento empírico de las características del terreno, así como de técnicas de excavación, transporte y colocación de materiales. Algunos ejemplos de arquitectura neolítica son las aldeas lacustres, los dólmenes, los menhires y los megalitos. Tales construcciones demuestran el conocimiento empírico que tenían los neolíticos sobre la resistencia de los materiales, la geometría, la orientación y la hidráulica. La geotecnia neolítica sentó las bases para el desarrollo posterior de la ingeniería civil en las civilizaciones antiguas, ya que le permitió a la humanidad aprovechar los recursos naturales, mejorar las condiciones de vida y crear estructuras estables y duraderas, superando las limitaciones del medio geológico en el que se desarrollaron.

Algunos de los avances más importantes de la geotecnia en el periodo neolítico

La evolución geotécnica en la prehistoria, tuvo importantes implicaciones sociales, económicas y ambientales, tales como:

  • El uso de la piedra como material de construcción. El neolítico se caracteriza por el desarrollo de la agricultura y la ganadería, lo que supuso un aumento de la población y la necesidad de crear espacios habitables más amplios y seguros. La piedra fue el material más utilizado para construir muros, casas, templos, monumentos y otras estructuras. La piedra tiene la ventaja de ser resistente, duradera y abundante en la naturaleza. Sin embargo, también requiere de un conocimiento previo del terreno, de las propiedades físicas y mecánicas de las rocas, y de las técnicas adecuadas para tallarlas, transportarlas y ensamblarlas.
  • El desarrollo de la hidráulica. El agua es un recurso vital para la vida humana, tanto para el consumo como para el riego de los cultivos. En el neolítico, se desarrollaron sistemas hidráulicos para captar, almacenar y distribuir el agua de forma eficiente. Estos sistemas incluían pozos, canales, acueductos, presas y cisternas. La hidráulica implicó un conocimiento profundo de la hidrología, la hidrogeología y la hidromecánica del suelo y las rocas, así como de las técnicas de excavación, impermeabilización y sellado (Figura 2).
  • El manejo de los desechos o residuos. El aumento de la población y la actividad humana generó una mayor cantidad de desechos orgánicos e inorgánicos, que debían ser eliminados o reciclados de forma adecuada. En el neolítico, se desarrollaron métodos para gestionar los desechos, tales como la incineración, el compostaje, el enterramiento o la reutilización. El manejo de los desechos implicó un conocimiento básico de la biología, la química y la física del suelo y las rocas, así como de los efectos ambientales y sanitarios de los mismos.

Figura 2. Manejo del agua e inundaciones en el Cáucaso Menor (Georgia) durante el neolítico

Las presas - Introducción

Una presa (o represa), es una estructura masiva natural o artificial, construida con materiales sueltos o compactados: suelos, rocas y otros materiales (como el concreto); ubicada de forma transversal a una corriente de agua, a manera de barrera. Su principal objetivo es la retención de agua, pues detiene o limita el flujo de agua o arroyos subterráneos haciendo uso de obstrucciones naturales (grandes deslizamientos o avenidas), o artificiales (diseñadas y construidas por la mano del hombre). Las presas se construyen para muchos propósitos, incluida la creación de embalses de almacenamiento, la prevención de inundaciones, el riego y la energía hidroeléctrica (Figura 3).

Figura 3. Presa hidroeléctrica Hidroituango sobre el río Cauca en Ituango, Antioquia (Colombia)

Hoy en día, hay casi 50.000 grandes presas en uso en todo el mundo. Estados Unidos tiene el segundo mayor número de presas en el mundo con 5.500, y China con 19.000, tiene la mayor cantidad. Estados Unidos tiene 50 presas importantes, la mayor cantidad del mundo. Pero antes de que existiera la presa Hoover (en EE.UU) o cualquiera de las otras presas importantes de la actualidad, nuestros antepasados tuvieron que aprender sobre la ingeniería de presas, y parte de eso se hizo mediante la técnica de ensayo y error.

Principales tipos de presas

En la Tabla 1, se describen, de manera general, los principales tipos de presas existentes (Figura 4).

Tabla 1. Principales tipos de presas

Figura 4. Principales tipos de presas

Sobre la hidráulica de las presas de la Prehistoria a la Etapa Antigua - Los diques y las presas de gravedad

Diques que datan aproximadamente del año 2000 a.C., se construyeron en la cuenca del Indo para proteger la ciudad de Mohenjo Daro (ubicada en Pakistán después de 1947). Durante la dinastía Chan en China (1120 a.C. a 249 a.C.), se construyeron muchos diques con fines de riego. No hay evidencia de que se tomaran medidas para estabilizar los cimientos o controlar la erosión causada por las inundaciones.

Una breve historia de la geotecnia de las presas

Una de las primeras manifestaciones de la geotecnia en el periodo neolítico, fue la construcción de obras hidráulicas, como canales, presas, diques y pozos, que permitieron el desarrollo de la agricultura y la ganadería, así como la mejora de las condiciones sanitarias y de defensa. Desde que el ser humano comenzó a construir estructuras y edificaciones, ha utilizado los suelos y rocas como cimiento o material de construcción: los antiguos egipcios, babilonios, chinos e indios sabían sobre la construcción de diques y presas con los suelos que se encuentran en las llanuras aluviales de los ríos. Los templos y monumentos antiguos construidos en todo el mundo involucraron suelo y roca de alguna manera: los aztecas construyeron templos y ciudades en los pobres suelos del Valle de México mucho antes de que los españoles llegaran al llamado Nuevo Mundo.

Un ejemplo de obra hidráulica neolítica es el canal de Briare, en Francia, que se considera el canal más antiguo del mundo. Se estima que fue construido hacia el año 4.700 a.C. y que tenía una longitud de unos 2 km; para conectar el río Loira con el lago de Cerdon, donde se encontraba una mina de sílex, un material muy utilizado para fabricar herramientas y armas.

La presa más antigua conocida es la presa Jawa en Jordania, 100 km al noreste de la capital Amman. Esta presa de gravedad presentaba originalmente un muro de piedra de 9 m de alto y 1 m de ancho, sostenido por un terraplén de tierra de 50 m de ancho. La estructura data del año 3.000 a.C.

Otro ejemplo es la presa de Sadd-el-Kafara, en Egipto, que se considera la presa más antigua del mundo (c. 2950-2750 a.C.), con una altura de unos 14 m, y una longitud de unos 113 m. La presa servía para almacenar el agua del río Nilo durante las épocas de inundación y para regar los cultivos durante las épocas de sequía (Figura 5).

Figura 5. Ubicación del sitio de la antigua presa Sadd-el-Kafara, Egipto

Los arqueólogos han descubierto muchas presas antiguas, cerca de Mesopotamia y Oriente Medio. Se pueden encontrar restos de presas simples en su construcción y operación, en todos los grandes ríos del mundo como el Tigris y el Éufrates en Oriente Medio o el Ganges y Sindhu en el valle del Indo o el Yangtzé y el río Amarillo en China. En la India, algunas presas de tierra que se utilizan actualmente para el riego se construyeron originalmente hacia el 2.000 a.C. A medida que la ciencia de la construcción de presas evolucionó, los tamaños de las presas aumentaron y los diseños comenzaron a ser más refinados y complejos.

Desde las primeras civilizaciones, los proyectos de recolección de agua de lluvia se han implementado en regiones con distribución desigual del agua, condiciones climáticas áridas y semiáridas. Los objetivos principales son proteger a las personas de las inundaciones y proporcionarles agua durante las condiciones de sequía. Las estructuras de recolección dependen de la fuente de agua que se va a recolectar (por ejemplo, agua superficial, agua lluvia y agua subterránea), y se considera que van desde:

  1. Depósitos domésticos individuales de agua lluvia,
  2. Recolección y reutilización de todas las precipitaciones en grandes sitios industriales o agrícolas,
  3. Humedales comunitarios para tratamiento y almacenamiento,
  4. Recarga y recuperación de acuíferos para almacenamiento y,
  5. Presas a gran escala.

Los logros científicos en el campo de la hidráulica de presas a gran escala tienen una historia muy larga, pues hay ejemplos de estas en muchos países. Algunas de ellas fueron operadas durante siglos. Las presas se habían practicado en Mehrgarh y Mesopotamia desde el Neolítico, c. 7.000 a 3.200 a.C. A partir de entonces, durante la Edad del Bronce (c. 3.200 a 1.100 a.C.), se construyeron presas en el sureste de Grecia y el valle del Indo por la necesidad de hacer un uso eficiente de los recursos naturales, hacer que las civilizaciones fuesen más resistentes a los peligros naturales y mejorar la calidad de vida.

Las características estructurales de las presas antiguas variaban, pero todas debían resistir la presión del agua con el peso del material de construcción. Las presas eran principalmente de terraplén o de gravedad, según se clasifican en términos modernos. La mayoría de las presas de terraplén eran homogéneas (por lo tanto, no estaban divididas en zonas). Existían tres tipos principales de presas de gravedad (Figura 6):

  • Muros de mampostería sólida,
  • Muros de mampostería con un núcleo de tierra central y,
  • Muro de mampostería con una sección de relleno aguas abajo.

Figura 6. Ejemplo de presa de gravedad en mampostería sólida de bloques de piedra que actúan como una capa impermeable

Se dice que la presa más alta en el siglo I, tenía 19 m de altura y la presa más alta para los siguientes 1.200 años tenía 34 m. Se lograron considerables capacidades de depósito con estas alturas de muro relativamente bajas. La Tabla 2 presenta un listado de las presas más antiguas del mundo, construidas a partir de la primera mitad del III milenio a.C.; para el suministro de agua, control de inundaciones y la conservación del agua y el suelo. Las presas para riego, solo se convirtieron en una prioridad un milenio después.

Tabla 2. Listado de presas antiguas

Algunas presas estuvieron en operación durante largos períodos de tiempo, como se muestra en la Tabla 3. Algunas de ellas fracasaron, principalmente a causa de inundaciones o terremotos y, problemas debidos a defectos técnicos. El descuido o abandono de algunas presas también condujo a su colapso.

Tabla 3. Períodos registrados de operación de presas antiguas

Las presas en el tiempo prehistórico (c. 7.000 a 650 a.C.)

Las presas son estructuras artificiales que se utilizan principalmente para almacenar y/o desviar agua. A esos usos se sumaron en el siglo XX otros usos como la generación de energía y la recreación. Los antiguos conocían los beneficios de las presas desde hace miles de años, por lo que vemos que las civilizaciones antiguas habían descubierto estos beneficios y habían construido presas para aprovechar grandes ríos y almacenar agua para su uso, principalmente en riego y producir los alimentos que necesitaban. Se construyeron algunas otras presas para desviar el agua, pero al final también sirvieron para riego. Esas personas habían utilizado la técnica de prueba y error junto con la intuición para lograrlo, pero en muchas ocasiones fracasaron y, sin duda, pagaron el precio en vidas humanas.

De todas las presas que se construyeron durante miles de años, muchas de ellas pueden describirse como presas inseguras. Tenemos que admitir que la historia guarda silencio sobre las catástrofes relacionadas con la pérdida de vidas, que ocurrieron por fallas de presas, pero podemos suponer que tales pérdidas ocurrieron. La principal debilidad de esas presas fue su incapacidad para soportar grandes inundaciones debido a un conocimiento inadecuado de la hidrología, o cimientos débiles debido a un error de cálculo de las condiciones de los cimientos o tal vez al estar sujetos a eventos sísmicos. Algunas de las presas que habían pasado estas pruebas finalmente colapsaron después de largos años de servicio debido al envejecimiento, que sigue siendo hasta este momento una de las principales causas de fallos y, por lo tanto, muchas presas antiguas, que todavía están en funcionamiento, pueden suponer riesgos para la seguridad de las comunidades que viven aguas abajo de ellas y requieren una atención especial para su desmantelamiento.

Las presas antiguas no solo tienen un valor histórico y cultural, sino que también enfrentan desafíos y riesgos que requieren una constante vigilancia y mantenimiento. Algunos de estos desafíos son: el deterioro de los materiales de construcción, como el concreto o el terraplén; el impacto ambiental sobre los ecosistemas acuáticos y terrestres; la vulnerabilidad ante eventos naturales extremos, como terremotos o sequías; y la seguridad de las poblaciones cercanas a las presas (Figura 7). Por estas razones, es importante que las autoridades competentes realicen evaluaciones periódicas del estado de las presas antiguas y adopten medidas preventivas o correctivas para garantizar su funcionamiento óptimo y seguro. Así mismo, es necesario que se promueva una gestión integrada y sostenible de los recursos hídricos, que considere los beneficios y los costos sociales, económicos y ambientales de las presas antiguas.

Figura 7. Principales fallas en una presa

Presa de Jawa la primera presa del mundo

La historia registrada y los hallazgos arqueológicos muestran que la presa más antigua del mundo data del año 3.000 a.C.; se trataba de la presa de Jawa en Jordania, en lo que entonces era Mesopotamia; que en realidad era la más grande de una serie de presas que formaban parte de un sistema de embalses. Esta presa tenía 4,6 m de altura, 24,4 m de largo, con una base de 4,6 m, y creó el embalse de Jawa que tenía una capacidad de más de 30.000 m3. La presa en sí estaba tan bien diseñada y construida que la antigua estructura permaneció en pie hasta hace unos años, cuando quedó parcialmente arruinada debido a la intervención humana (Figura 8).

La presa de Jawa fue en realidad una hazaña arquitectónica de la época. Si bien la mayoría de las presas antiguas eran simples presas de gravedad construidas con grava y mampostería, la presa Jawa se reforzó con relleno de roca detrás del muro aguas arriba para proteger la estructura de la ruptura por la presión del agua. Esta característica de seguridad fue increíblemente innovadora para este período de tiempo. Desafortunadamente, el diseño reforzado fue olvidado después de la presa de Jawa y en realidad no fue “reinventado” hasta los tiempos modernos.

Figura 8. Mapa del bosquejo del sistema de agua de Jawa (izquierda). sección transversal de la presa Jawa (derecha-arriba). Restos de la presa Jawa (derecha-abajo)

Situada aproximadamente a 100 km al noreste de la ciudad capital de Jordania, Ammán, en un inhóspito desierto de basalto, la presa suministró agua a la ciudad de Jawa, ubicada en un desierto y con 2000 habitantes. El sitio de la presa fue favorable y se seleccionó sobre la base de la defensa de la ciudad. El objetivo principal era suministrar agua.

La presa Jawa en realidad es la más grande de una serie de presas que forman parte de un sistema de 5 embalses construidos en el río Rajil, siendo el embalse más grande de 4,5 m de alto y 80 m de largo, la llamada Presa de Jawa. La estructura de la presa era compleja, compuesta por dos muros de mampostería seca con un núcleo de tierra de 2 m de espesor que cumplía la función de retención de agua. Se suministró un manto impermeable delante del talón aguas arriba. Un terraplén aguas abajo aseguró la estabilidad de la estructura. La estructura se diseñó para elevarse 1 m, pero nunca se inició el trabajo. La ciudad y la presa fueron abandonadas en una generación.

Es probable que su construcción tuviera que comenzar junto con la del sistema de agua al comienzo de la temporada de lluvias, para que los constructores y sus rebaños pudieran sobrevivir al siguiente período seco. Los Jawaites satisficieron sus necesidades de agua durante la construcción de la ciudad represando la escorrentía para formar embalses artificiales. Para llenarlos, se construyeron canales a partir del río Rajil. La mitad de la capacidad de almacenamiento de los embalses se concentraba en el Embalse #4, el cual estaba confinado por una presa de 4,5 m de alto y 80 m de largo.

La estructura interna de esta presa era bastante compleja. Contaba con dos muros de mampostería seca que encerraban un núcleo de tierra de 2 m de espesor. Además, se dispuso una manta impermeable delante del talón aguas arriba. La estabilidad de la estructura estaba asegurada por un terraplén aguas abajo. La elevación de la presa en 1 m siguió esencialmente los mismos principios, aunque el ancho del núcleo de tierra ahora se aumentó a unos 7 m. Detrás de su muro aguas arriba se dispuso un relleno de piedra previo para facilitar el drenaje durante el vaciado del embalse. De este modo, el muro quedó protegido contra los peligros de las contrapresiones del agua, una medida de precaución que se reinventó sólo en los tiempos modernos. Por razones inexplicables, esta milagrosa ciudad desértica se derrumbó tan rápidamente como se levantó. Incluso podría haberse convertido en una víctima de su éxito: demasiadas personas pueden haber sobrecargado los sistemas de suministro de agua.

Eshnunna/Babilonia, imperio mesopotámico y mehrgarh (c. 4.000 a 2.500 a.C.)

La gran civilización sumeria se desarrolló muy temprano entre el Éufrates y el Tigris en Mesopotamia sobre la base de la irrigación. El Tigris, en particular, era una fuente de agua de riego y, por lo tanto, supuestamente se construyó la presa Marduk o Nimrud c. 2.500 a.C. cerca de Samarra, Bagdad.

El desarrollo de habilidades para la construcción de presas pasó de represar pequeños arroyos a construir presas de desvío necesarias para desviar el agua de riego mediante el uso de materiales disponibles. En la antigua Sumeria, en Mesopotamia, en el año 3000 a.C., la gente colocaba rollos de esteras tejidas con hojas de palmera e impregnadas de betún en el arroyo y luego arrojaban tierra detrás de ellas para crear la barrera necesaria. Más tarde, tales presas se construyeron con mampostería de ladrillos de arcilla cocida cementados con varios tipos de morteros, y también se construyeron presas de gravedad adecuadas de más de 15 m de altura con mampostería de piedras cortadas para desviar ríos, irrigar y controlar inundaciones.

Figura 9. Construcción de diques en Mesopotamia

Como ejemplos a destacar están la antigua presa de Diyala y la antigua presa de Adhaim, que muy probablemente fueron construidas por el rey caldeo de Nueva Babilonia, Nabucodonosor II (605-562 a. C.), que dan testimonio, y fueron complementarias a las obras del Gran Canal de Nahrawan. Las dos presas continuaron funcionando hasta su colapso, por falta de mantenimiento y conflictos, en 912 d.C. y 1150 d.C. respectivamente. El ensayo y error y la acumulación de experiencia ayudaron en la construcción de presas más grandes mediante el uso de diferentes materiales y para muchos más usos además del riego.

Presa de Nimrud

La mayoría de las presas antiguas eran simples presas de gravedad o de relleno de tierra; sin embargo, la presa de Jawa se construyó con grava reforzada con relleno de roca detrás del muro aguas arriba para proteger el muro de la brecha de presión del agua. Esta característica refleja la conciencia de los antiguos constructores sobre las medidas de seguridad que podrían incorporarse en el diseño para proteger la estructura. En un caso similar, podemos mencionar la presa Nimrud que fue construida en el río Tigris en Mesopotamia, ahora Irak, durante la época caldea de la era Nueva Babilónica (330-612 a.C.) y que tenía como objetivo desviar el flujo del río Tigris hacia el Gran Canal Nahrawan y permaneció en servicio hasta su colapso final en el siglo XIII (Figura 10). Sir William Willcocks, el ingeniero británico de finales del siglo XIX, habló de esta presa diciendo:

La construcción de la presa Grand Nimrud y del Gran Canal Nahrawan implicó un volumen de trabajo colosal y una gran cantidad de trabajos de planificación y topografía. Al considerar el tamaño de la “Presa Grand Nimrud” debemos recordar que esta presa tenía que tener un volumen y una mano de obra tales que resistieran las inundaciones del Tigris que, según cálculos hidrológicos, pueden alcanzar hasta 12.000 m3/segundo. La presa continuó funcionando durante unos tres mil años y su destrucción y abandono progresivo se prolongó desde mediados del siglo X en adelante, reflejando la decadencia del califato abasí”.

Es lamentable que los restos de esta presa ya no existan; siendo arrastrado por el río Tigris, que había cambiado de curso. Pero de las palabras de Willcocks se puede inferir que, aparte de las habilidades y la mano de obra utilizadas en su construcción, la presa debe haber tenido muchas características de seguridad en su diseño.

El segundo tipo de presa que se sabe que se construyó fue una presa de tierra llamada Presa de Nimrud en Mesopotamia c. 2.000 a.C. Las presas de tierra son presas masivas similares a las presas de gravedad, excepto que están hechas de tierra. La presa se hace estanca, con una pared central y se rellena con un centro impermeable generalmente de arcilla. La presa de Nimrud se construyó al norte de Bagdad a través del río Tigris y se utilizó para prevenir la erosión y reducir la amenaza de inundaciones. La intención era desviar el caudal del río y ayudar a regar los cultivos. La presa fue construida con tierra y madera, por lo que es difícil estar seguro de sus características exactas.

Figura 10. Área de la presa Nimrud cerca de Samarra, Bagdad

Durante la época prehistórica, Mehrgarh, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Neolítico (c. 7.000 a 2.500 a.C.), se encuentra en lo que ahora es la “llanura de Kachi” del actual Baluchistán, Pakistán. Es uno de los sitios más antiguos con evidencia de agricultura (trigo y cebada) y pastoreo (bovinos, ovinos y caprinos) en el sur de Asia. El sitio está ubicado cerca del Paso Bolan, al oeste del valle del río Indo y entre las actuales ciudades paquistaníes de Quetta, Kalat y Sibi. La mayoría de los trabajadores han opinado que tienen la capacidad de acumular agua en los torrentes estacionales y utilizarla con fines agrícolas y domésticos. La región de Sindh-Kohistan, ubicada entre las principales cadenas montañosas de Baluchistán y las llanuras aluviales del Indo, es una zona montañosa baja y dispersa con suelo de gravas, una vez cubierta con suelo aluvial adecuado para fines de cultivo. Es un valle rico en aluviones. Las principales secuencias montañosas de Sindh-Kohistan son Lakhi, Kambhu, Badhar, Bhit y Dumbar. La investigación arqueológica muestra que los seres humanos que vivían allí habían aprendido a utilizar el agua de lluvia de manera eficiente y establecieron un excelente sistema de almacenamiento de agua conocido como “Gabar Bund” (o Gabarband); donde el agua de lluvia se recolectaba artificialmente para la agricultura y otros usos (Figura 11).

Figura 11. Muros Gabarband en el valle de Taung en Sindh-Kohistan, Pakistan, para desvío del flujo de agua

El valle de Taung está ubicado dentro de esta región, y más específicamente limita con Bandak y los extremos inferiores de la Cordillera Khirthar desde el este y las cordilleras Dumbar y Gaz en el oeste longitudinalmente. Allí, se encontraron muros de piedra construidos a lo largo de las laderas en asociación con torrentes. La función de estos muros era atrapar y/o recolectar agua para varios propósitos, como terrazas de campos, hacer tanques de agua, desviar y canalizar reservorios. Había dos tipos de sistemas de control de agua:

  1. El sistema Kach, mediante el cual se acumuló suelo aluvial detrás de los escalones de una presa baja colocada a lo largo de la pendiente de drenaje y,
  2. La presa del embalse.

Además, había dos tipos de presas:

  1. Para restringir el flujo natural del agua y, liberarla lentamente en los campos y,
  2. Para desviar las aguas hacia un canal para el cultivo.

El sistema Gabarband en Baluchistán (Figura 11) tiene su inicio en el período Calcolítico Nal basado en el término “Gabar”. Se ha asociado este sistema a los “Zartoshtis iraníes medievales, también llamados parsis”. Los Zartoshtis eran adoradores del fuego y dependían principalmente de la agricultura además del pastoreo. El sistema Gabarband se practica aún hoy en día en la zona. Uno de los Gabarband estaba cerca del rango de Khirthar. El muro existente mide 28 x 5 x 2 m3 en el lado oeste, mientras que en el lado este mide 18,30 x 5,80 x 4 m3. Este lado está provisto de un apoyo adicional de otros dos muros. En su esquema general, el muro de losa de piedra fue levantado y rellenado con tierra y gravas. Un riachuelo que fluye parece haber destruido su porción oriental. Otro Gabarband es un muro de piedra construido estratégicamente para recoger el agua o desviar su caudal hacia la corriente principal. Un total de tres muros son visibles en secuencia orientadas hacia el vasto valle entre Gaz y Khirthar, provincia de Sind, Pakistán.




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